Construyendo un mundo para ti…
Nacemos, iniciamos la vida y aprendemos cada momento de
nuestro existir algo nuevo. Cuando entramos en razón, tenemos una misión, vivir
para ser felices, la mayoría buscamos esa felicidad brindando amor, así sacamos
el máximo provecho a nuestras vidas. Al pasar los años te das cuenta… que solo
cuando conoces el verdadero amor es cuando tu vida tiene sentido.
Yo me enamore, y fui construyendo un mundo para ti con
acabados perfectos y detalles genuinos, detalles especiales, detalles
verdaderos. Todo en su lugar, todo organizado a la perfección, todo para
evitarte preocupaciones, seguía las reglas, respetaba tu forma de ser, te
brindaba cariño… un cariño que hoy no se encuentra, cree un mundo que hoy ha
desparecido completamente. Un mundo al cual le dije adiós hace un buen tiempo y
despedí con lágrimas de dolor y decepción.
El mundo era perfecto, era un mundo de dos, una vida
feliz, relajada, con las mejores aventuras, con las mejores travesías, fue
real, fue nuestro. Hoy no puedo creer que se haya terminado, no puedo creer que
mis ojos hayan presenciado ese final… un final tan amargo, como si el mundo que
construí hubiese sido solo una parada mas en este viaje de tren, como si no
hubiese sido importante.
Tal vez esas sonrisas, ese cariño, ese amor puro, esas
cartas, esas aventuras que vivimos no estuvieron demás, tal vez esas fueron las
que hoy me hicieron crecer, tal vez ese fue mi mejor entretenimiento en este
largo viaje. Tal vez sea que no me toca construir un mundo para nadie, tal vez
yo misma tenga que diseñar mi propio mundo sin espacios para dos, tal vez deba
decorarlo a mi antojo sin incluir a nadie más. Todo esto por no querer llorar más.
Lizbeth Hernández
Comments
Post a Comment