Migajas

Te encuentras pérdida en un camino que jamás habías recorrido,  no hay luz alguna que te guíe, estás sola, sin ninguna esperanza de ayuda y ninguna idea de cómo volver a regresar sana y salva.

 El camino es poco transitado, por los peligros que este presenta, curvas peligrosas, puentes frágiles, huecos profundos… son muchos los defectos que muestra, sin embargo, incontables personas están dispuestas a encontrarlo y pasar por él, porque saben que al final cada dolor, cada herida, cada lágrima, cada esfuerzo por estar ahí, ha valido la pena.

 En la vida real ese camino se llama ‘’AMOR’’ te arriesgas a esa peligrosa aventura que te deja sin aliento y te lleva a lugares nunca imaginados, sólo los que son valientes y lo recorren saben por qué vale la pena.

En mi caso no es así, no sé si es que sigo en el trayecto y no me he lanzado a buscar ese camino del cual todos hablan, pero estoy sin duda alguna pérdida. Recojo migajas de lo que las personas arrojan y lo sigo confundiendo con el amor,  son pequeños trozos de amor que desechan los demás con lo que me encuentro en mi camino, honestamente esas migajas no me sirven para vivir, mas bien sobrevivo. 

Cuando ya no puedo aguantar más, pienso que esas migajas son pequeñas luces que me van acercando al pasaje deseado y me van convirtiendo en una transeúnte valiente y mientras mi corazón se va preparando para lo que tanto deseaba, recorrer los hermosos caminos que conducen al amor, un amor verdadero.

Lizbeth Hernández