Sin saber de ti…
Los días pasan, los minutos se hacen eternos sin ti. Desde que te marchaste
los colores no existen, la lluvia cae sobre mi cara sin sentirla… ya no es lo
mismo. Sin fuerzas estoy aquí abandonada y sumergida en esta triste realidad,
no puedo ver su final. Es por no saber de ti, que sufro, es porque tú me enseñaste
a amar, a no rendirme y a luchar por una vida
fabulosa llena de felicidad, pero no. No estás, decidiste huir y
conquistar nuevos terrenos, no sé donde estas, no sé si estás bien o si estas
mal. No sé si tus pasos los ha de seguir otra persona o si a otra persona le
estas enseñando la manera tan hermosa que tienes de ver la vida. Que difícil,
es sentir esto.
Sola y abandonada en la oscuridad, bajo la sombra de un amor ya marchitado
escribo estas líneas, pensando en ti, pensando en que seguro estarás bien,
pensando en que si actué de la manera adecuada te llevaras de mí el más lindo
de los recuerdos. Recuerdos de un verdadero y sincero amor. Solo contigo era
capaz de expresar todos mis sentimientos y entregarte mi alma sin dudarlo, solo
tú fuiste y siempre serás mi adoración.
Prefiero quedarme aquí sentada pensando en ti y en lo que fue nuestro amor,
que buscar nuevos amores y volverme a desilusionar, es que no soportaría caer
de nuevo en este precipicio que no
parece terminarse nunca.
Si algún día te encuentro y la vida decidiera juntarnos, espero que me
escuches una vez por lo menos, no me dejaste hablar, nunca fuiste capaz de
escucharme y saber lo que pensaba de ti. Por eso las cosas se tornaron
difíciles, por eso lo nuestro es imposible, por eso sigo sin saber de ti.
Lizbeth Hernández
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